Ella, mi mar en calma y mi tormenta, mis mil preguntas y respuestas. Esa es ella, pero me cuesta, cuando otro adiós se ve tan cerca. Y la perderé de nuevo...y otra vez preguntaré y me culparé mientras se va y no habrá respuesta. Pero sigue siendo ella, en la que siempre pienso, la quema dentro ...y es que sé que es ella.
(Basada en la canción "Y si fuera ella" de Alejandro Sanz)

Y ahí estaba yo, en aquel ambiente añejo
y de derrota,
clavado en aquella mugrienta barra.
bebiendo en su nombre,
bebiendo en su ausencia,
cada trago ahogaba un recuerdo,
cada recuerdo ahogaba una lágrima.
Los sentimientos afloraban en estas mil y una noches siguiendo el mismo ritual frente a esta maldita barra.

Ya no deseo la redención, si sé que me perderé en el vaivén de tus caderas, en el fuego de tus ojos, en la humedad de tu lengua.

Mi mensaje en esa vieja botella, que por contradicción de las mareas, jamás llegó a tu puerto.

Tienes la puerta abierta para irte cuando quieras, no te detendré, pero aunque lo hagas será inútil, pues siempre serás prisionera en mi mente.

Contigo he aprendido que aunque caiga o me mantenga, que aunque eres la duda y la respuesta, no quiero otra cosa que perder la cabeza en el laberinto de tu ser.

Yo congelado pero tú vives en mis pensamientos. Algo cálido entre tanto invierno.

Soy un experto en soñar(te).

Imagina, no tener que soñarte, sabiendo que al tener los ojos abiertos veré algo más bonito que todos los amaneceres juntos: Tú.

Es curioso, casi irónico, cómo cada vez que intento no convertirte en mi camino acabas apareciendo en medio de él.

Mientras cada astro del cosmos está en movimiento eterno yo me quedo en la quietud mientras contemplo el infinito de tus ojos.

Mi valentía de abrir mi caja de Pandora sólo para quererte, aún con miedo de que mis demonios me devoren otra vez

Te he soñado, pensado y admirado. Como quien ve una obra de arte insólita y te he expuesto en cada uno de los rincones de mi ser, desde mi alma hasta mi piel.
He dejado un arma cargada en tu mano, con una sola bala y la diana soy yo.
He visto miles de estrellas cada noche y a cada una te he nombrado, te he deseado, de manera que todas te conocen, de manera que sean cómplices de lo que siento por ti.
He gritado tu nombre al viento y aunque se que no habrá mensaje tuyo devuelto sigo esperándolo sin miedo a quedarme sin voz.
He memorizado la silueta de tu cuerpo y lo he plasmado en papel, he dibujado tus ojos y sonrisa, tu cabello en movimiento y la perfección de tu piel.
He hecho de ti la dueña de lo que escribo, tus iniciales al final de cada escrito, tu recuerdo en cada letra, mis suspiros en cada te quiero, mi estúpida risa al recordar tu hermosa sonrisa.
(Siempre me lío, siempre escribo y escribo cuando podría acortar más, y resumirlo todo en esto: Te he escrito, te he pensado, te he soñado, te he querido pero también te he odiado...te he odiado porque yo era la roca, y tú el agua que entra en ella, se congela y la agrieta por dentro haciéndola débil).
RMA.

Sabía que llegaría a quererte y que no podría parar. Que ya no tengo retorno y la verdad no sé si quiero retornar.

He bordado mi lienzo con cada centímetro de tu piel.

He venido aquí esta noche, no a pedirte que te quedes, sino para decirte que no pienso irme yo.

Sueño contigo y sólo te pido que no me despiertes si vas a decir adiós.

Te he pedido tantas veces que ya no quedan estrellas que no conozcan tu nombre

Te he dejado un arma cargada, con una sola bala y la diana soy yo.

Sabiendo que eres la piedra, no deseo más que tropezar.

Vas y vienes, como las mareas. Y aún así en mis recuerdos siempre te quedas.

Ya sólo te acentúas cuando tus esdrújulas quieren darle el golpe que le falta a mi voz.

Sigo luchando contra el tiempo para poder hacerme un hogar en tu reloj.

Me provocas a sabiendas de que no haré guerra ni sangre en ti para no dañarme yo.

Hay muchas cosas obvias, verdades irrefutables, certezas. Todos moriremos algún día, todos tenemos miedo de algo, todos nos enamoramos al menos una vez. Nadie es totalmente sincero, nadie es perfecto, nadie conoce a nadie al 100%. El fuego quema, el agua moja, el cielo es azul y... ojalá no te quisiera.

RMA.